En muchos lugares, desde aeropuertos a bares, restaurantes, autobuses, etc., existen cargadores públicos que nos permiten recargar el móvil cuando estamos fuera de casa. Pero esto puede ser peligroso, si alguien ha hackeado el cargador, y ha introducido un malware. Si acostumbras a recargar el móvil en lugares públicos, es conveniente usar un condón USB como SyncStop.
Hoy en día es posible introducir un malware en la ROM de un cargador inalámbrico e infectar los móviles que se conectan a él, a través del cable USB que se utiliza para la recarga.
El cable USB dispone de varios hilos que transportar tanto electricidad como datos. Cuando conectamos dicho cable USB a un cargador solo usamos los hilos eléctricos, pero la realidad es que los hilos de datos también se conectan a él. Y eso puede ser aprovechado por los hackers.
La propia Oficina del Fiscal de Los Angeles aconseja no usar los cargadores públicos, o emplear algún tipo de precaución.
La solución más efectiva es utilizar lo que popularmente se llama condón USB, como SyncStop. Se trata de un dispositivo que se coloca entre el puerto USB del cargador público, y el cable USB del móvil. Lo que es hace es cortar físicamente la conexión de los hilos de datos entre el cargador público y el móvil. Al cargador solo se conecta SyncStop, que solo tienes cables eléctricos, así que es imposible que los hackers puedan acceder al móvil, porque no hay cables de datos.
Este condón USB no lo solo sirve para protegerse de ataques en cargadores públicos. Funciona con cualquier puerto USB, así que puede ser útil para recargar el móvil en un ordenador de un cibercafé, o en el portátil de un amigo, o del trabajo.
Eso sí, hay que tener claro que al usar este dispositivo no se puede acceder a datos de los ordenadores o del móvil. Solo sirve para recargar.
SyncStop está a la venta en su página web a un precio asequible: 12,99 dólares la versión con carcasa, y 6,99 dólares sin ella.