Calidad de vida

Philip Morris, la mayor empresa de cigarrillos del mundo se despide del humo

Han pasado más de 170 años desde que Philip Morris empezó a vender tabaco en una tienda de Londres. Ese pequeño negocio se convirtió con el tiempo en uno de los gigantes del mercado tabacalero tras el éxito de algunas de sus marcas como Marlboro, Chesterfield y L&M. Hoy, después de que se comprobara científicamente el daño del humo en los pulmones y se registraran cientos de muertes, sumado a campañas para reducir su consumo a nivel mundial, la compañía dio la noticia de abandonar sus productos insignias y optar por algo menos perjudicial.

Aunque la tendencia ahora parece ser producir cigarrillos electrónicos y libres de humo, estos productos siguen dejando mucho que desear.  No es en vano que varias autoridades en temas de salud internacional, se hayan ensañado en pedir investigaciones científicas sobre los efectos del cigarrillo electrónico. La lista de peticiones va desde universidades médicas suecas, hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las conclusiones, aunque prematuras, apuntan a que no hay mucha diferencia entre consumir cigarrillos electrónicos y consumir tabaco. ¿Por qué? Primero porque investigaciones europeas han señalado que los líquidos que contienen los electrónicos -a vapor- pueden causar alergias o síntomas de asma o dificultades para respirar, como lo aseguró un estudio del Instituto Karolinska éste año.  De hecho, se ha dicho que la nicotina que tienen podrían aumentar el riesgo de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

El impacto de esto, se espera, ayude a combatir los daños que causa el tabaco en el mundo. Entre ellos, la muerte de más de 7 millones de personas cada año, de las cuales alrededor de 890.000 son fumadores pasivos según la OMS. La otra cara de la moneda será si los consumidores podrán sustituir sus gustos por los cigarrillos electrónicos y sin humo, ya que casi el 80% de los más de mil millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos bajos o medios, sostiene la misma organización internacional de salud.