Espectáculos

Bombo Fica arriesgó con rutina “artística” y logró Gaviotas de Plata y Oro en Viña 2018

El humorista no sólo apeló a su habitual y exitosa rutina de historias pícaras, sino le dio la oportunidad de participar a Willy Benítez y Mariela Montero, quienes fueron recibidos tibiamente e incluso con las primeras pifias del ‘Monstruo’, en el caso de la argentina, tras números artísticos. Finalmente su cuenta de ahorro de los dos shows anteriores le permitió superar la prueba.

Por Laurencio Valderrama Poblete / Foto: Agencia Uno.


Bombo Fica salvó su arriesgada apuesta de emular su show que mostró en el Festival de Olmué y logró llevarse este martes 20 los principales premios del Festival de Viña del Mar 2018, las Gaviotas de Plata y Oro, en la primera noche.

El nacido en Purén, que tuvo extraordinarias participaciones en 2011 y 2012, quiso realizar un espectáculo que mezcló su habitual rutina de historias pícaras y propias de la idiosincracia del chileno, con apariciones que tuvieron poco ritmo por parte de Willy Benítez y Mariela Montero. El caso de la argentina fue patente: recibió las primeras pifias del ‘Monstruo’. Ello ciertamente no ocurrió en Olmué.

Esta vez no hubo los problemas típicos de un humorista tras un show largo y exitoso, como fue el de Miguel Bosé. De hecho, incluso Willy Benítez fue recibido con respeto por el público y por los animadores Rafael Araneda y Carola de Moras, con una rutina que ya había presentado en 1983… Ya eso presagiaba algo complejo, en un show que duró 1 hora y 31 minutos.

Lo cierto es que Bombo Fica en solitario es un crack. Es el mejor humorista y comediante de Chile, sin lugar a duda. Su rutina irónica y sarcástica sobre los inmigrantes, sobre el “país sensible” en que -supuestamente- se ha convertido Chile y la burla a sí mismo por el revuelo de su firma en el Partido Comunista, generaron risas generales en todos los presentes. “La vieja pensó que me iba a comer a su guagua”, fue una de sus frases peak.

“No respetamos la forma de pensa en el otro, nadie es dueño de la verdad absoluta y nadie sobre en este país. No hay que tener miedo a comprometerse a la democracia”, aseguró con cierta molestia, demostrando que le llegaron las críticas del 2017 por esa militancia.

Luego Bombo Fica ironizó con las rutinas que tres canales emitieron en las elecciones presidenciales y nuevamente realizó una crítica social al decir que “el chancho está mal pelado” y, por otro lado, que “no debemos perder la esencia, hemos confundido la picardía con la grosería, uno jamás debe ofender ni agredir con la grosería”.

Tras contar su habitual chiste del “Ladrillo”, vino una parte más bien olvidable del show de Bombo Fica: la ‘fono mímica’ de Willy Benítez que no arrancó aplausos y un baile y canto de Mariela Montero con playback que despertó al ‘Monstruo’ con sus primeras pifias, a las 01:27 AM. La arriesgada propuesta artística sin “humor contingente” casi le costó caro al exitoso comediante.

Sin embargo, a eso de las 01:29 retomó Bombo Fica su rutina en solitario y volvieron los aplausos, esta vez con una hilarante historia sobre las peripecias de un hombre al conocer a una mujer por internet (Tinder) y lo “monotemático” que es un varón.

“Espero haber estado a la altura. Gracias por todo”, fueron las palabras de un nervioso Bombo Fica, que finalmente recibió una esforzada Gaviota de Plata, la cual se la “regaló” a Willy Benítez en honor a su trayectoria. Loable y generoso gesto, pero lo cierto es que el público homenajeó más bien a Bombo Fica. Bien el fondo, cuestionable la forma. Quizás la palabra correcta era “compartir” y no “regalar”.

El público entendió al menos de manera positiva el gesto y lo premió con la Gaviota de Oro, pero no con la ovación del 2011 y menos del 2012. Eso lo entendieron Rafael Araneda y Carola de Moras, que buscaron acelerar la premiación.

Bombo Fica cerró el show con su habitual chiste de la infidelidad de un hombre a su mujer con la empleada del año, pero apareció nuevamente Mariela Montero: hermosa y tal vez talentosa, ciertamente, pero sus intervenciones no fueron acorde al contexto de Viña y a lo que esperaba el público. Esta vez no hubo pifias, pero tampoco aplausos.

Cierre de un ciclo en Viña para Bombo Fica, que arriesgó, salvó la apuesta, pero quedó lejos de sus dos shows anteriores.

Cadena Chile / lv