Esta jornada se realizó el tradicional Te Deum Ecuménico donde participan distintas confesiones religiosas y las autoridades de nuestro país, todo encabezado por el Cardenal Ezatti quien realizó la homilía bajo el título “Centinelas de la aurora: Para crecer en la esperanza”.
El Cardenal dentro sus palabras tocó la polémica Ley del aborto, la cual la semana anterior fue duramente cuestionada por las Iglesias Evangélicas, diciendo que: “De toda vida humana desde su concepción, en todo el arco de su desarrollo hasta la muerte natural” y añadió que el derecho a la vida “es el primero y el más fundamental de los derechos humanos”.
Pero a diferencia del domingo anterior, Ezatti dijo que eran “Respetuosos de la legislación que el Estado se ha dado, nuestra opción por la vida se traduce en redoblar nuestro esfuerzo para seguir acompañando a las mujeres que viven situaciones límites en su embarazo, a las que deciden continuar con él y a las que piensan que el aborto es una solución “.
Además hizo un llamado a acoger a los migrantes, que en momentos históricos han apoyado el desarrollo de nuestra nación: “Son los rostros de migrantes y refugiados que, junto a ciudadanos chilenos, buscan amasar el mismo pan de la dignidad, la acogida y la integración, como lo hicieran otros tiempos, un Andrés Bello (venezolano-chileno, redactor del Código Civil, creó la Universidad de Chile), un Ignacio Domeyko (bielorruso, chileno por gracia, científico, creó la Escuela de Minas de La Serena), una Bernarda Morín (canadiense, fundadora de las Hermanas de la Providencia) o un Alberto De Agostini (italiano, misionero salesiano, denunció crímenes contra los aborígenes)”.
Finalmente, hizo un llamado a respetar a los que piensan distinto y especialmente a los creyentes: “Es urgente superar la tentación de un laicismo agresivo que pretende marginar la fe del pueblo, por eso se llama laico, de la esfera pública y que justamente busca negarle la justa visibilidad propia de una respetuosa libertad cultural”.