Fiscales chilenos están acusando a al menos 10 personas por presuntos vínculos con una red de tráfico de personas que llevó a cientos de inmigrantes chinos a Chile después de cobrarles 5.000 dólares a cada uno por visas de turismo, informaron medios locales el sábado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile confirmó en un comunicado que hubo una investigación sobre una red de tráfico de personas que operaba en 2016 y 2017, pero no dio más detalles.
La red de tráfico incluyó a varios políticos locales y provinciales, así como a otros funcionarios del gobierno, dijo la subsecretaria de prevención del delito, Katherine Martorell, al diario La Tercera.
“Esta es la red más grande de tráfico de migrantes de la historia de Chile”, dijo Martorell al medio.
En total, 381 ciudadanos chinos fueron ingresados ilegalmente al país por el grupo en 2016 y 2017, según los informes.
Martorell dijo que algunos de los migrantes fueron estafados, mientras que otros fueron abandonados o puestos en peligro. Algunos ya se habían ido a otros países de América Latina, dijo, mientras que otros se encontraban en el proceso de buscar la residencia permanente.
Chile se ha convertido cada vez más en un destino principal para la migración legal e ilegal de las naciones más afectadas por la pobreza en América Latina y en otras regiones.
Reuters