La Compañía Contractual Minera Candelaria (CCMC), titular del proyecto minero del mismo nombre, ubicado en la comuna de Tierra Amarilla, Región de Atacama, procedió a acatar y pagar la multa de 5.049 UTA impuesta por la Superintendencia del Medio Ambiente.
Dicha sanción es el resultado de 12 incumplimientos a las Resoluciones de Calificación Ambiental de la Empresa. De ellos, nueve se clasificaron como leves y tres como graves.
Entre las infracciones imputadas a CCMC y ahora reconocidas por ésta a través del pago de la multa, se encuentra la relativa al incumplimiento del compromiso de rebajar los consumos de agua fresca, en virtud de la creciente recirculación de aguas provenientes del depósito de relaves y de la inyección de aguas tratadas y desalinizadas al sistema, con lo cual se causó un importante detrimento en la disponibilidad de aguas subterráneas del acuífero del Río Copiapó y por lo mismo constitutivo de daño ambiental.
En un principio, esta sanción fue reclamada por la empresa ante el Segundo Tribunal Ambiental, entidad que desechó en todas sus partes las alegaciones de la empresa y ratificó la sanción cursada por la Superintendencia. Luego de ello, la compañía entregó su escrito donde acredita el pago de la sanción ante la Tesorería General de la República, por un total de $2.888.896.428.
“Este procedimiento sancionatorio nos demandó un intenso y extenso trabajo debido a la naturaleza de los incumplimientos detectados, los cuales exigieron el despliegue de toda nuestra capacidad técnica especialmente por el hecho de incluir una hipótesis de daño ambiental. El alto estándar de prueba que nos han exigido los tribunales nos obligan a ser muy rigurosos en el análisis y muy contundentes en nuestras decisiones. En este caso, como en la mayoría de los otros, hemos logrado proveer a la justicia de la prueba suficiente para formar convicción en ella acerca de la objetividad y seriedad de nuestros planteamientos”, afirmó el Superintendente el Medio Ambiente, Cristián Franz. “En este caso en particular, la propia empresa, al pagar la multa aplicada, está reconociendo la fortaleza de nuestros argumentos y cuando las cosas ocurren de este modo, la institucionalidad ambiental es la que se ve fortalecida, entregando a los actores del mercado una señal fuerte y clara sobre la seriedad del trabajo de la SMA y en definitiva de la existencia de un marco regulatorio que en Chile está para ser cumplido”, concluyó señalando el Superintendente Franz.