El fin de semana del 16 y 17 de noviembre no fue fácil para el general director de Carabineros, Mario Rozas. Ese sábado, la Universidad de Chile publicó un informe en que se detallaba que los perdigones de goma que usaba la policía contenían un porcentaje de plomo y caucho en su interior. El domingo, el jefe de la institución uniformada salió a respaldar la labor de sus subalternos y a encargar otro estudio sobre el contenido de los polémicos balines.
Ese mismo domingo, Rozas salió flanqueado por 14 generales. Estaba preocupado y molesto por los cuestionamientos, pero no era solo por eso: el jefe policial, había recibido una serie de mensajes por WhatsApp en su teléfono personal, en que se le amenazaban de muerte a él y a su familia.
Según fuentes del caso, los mensajes representan amenazas graves, y en uno de los textos que recibió el general Rozas lo amedrantaban señalándole que le “sacarían los ojos” a algunos miembros de su familia.
Rozas hizo la denuncia inmediatamente como ciudadano particular ante la Fiscalía Oriente. La causa la asumió el fiscal de Alta Complejidad, Felipe Sepúlveda, quien ya ha avanzado en las pesquisas, en conjunto con el OS-9 de Carabineros.
Sepúlveda explicó que “son amenazas dirigidas hacia él y su entorno familiar más bien de eventuales males que pueden ser en sí mismos constitutivos de un delito grave, la integridad física de ellos. Se ha avanzado en determinar a algunas personas que podrían estar involucradas en los hechos respecto de los cuales se están haciendo las diligencias para determinar o descartar su participación”.
Cercanos al general explicaron que en los próximos días se presentará una querella, a título personal de Mario Rozas, no como general director de Carabineros.
El origen y cambio de celular
El mismo día de hecha la denuncia por estas amenazas, donde también se le señaló que la intención era matarlo, Rozas cambió el número de su celular, el que hoy es manejado con estricta reserva y solo está en poder de su círculo de asesores más cercanos, como también del Presidente Piñera, del ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y del subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla.
¿Cómo se filtró el teléfono del general? Fuentes del caso lo atribuyen directamente a la masiva filtración de datos personales de 29 mil carabineros, el 25 de octubre. La publicación se originó, luego de un masivo hackeo del cual fue víctima la institución.
De todas maneras, en la institución advierten que no solo Rozas se ha visto afectado con estas amenazas: gran parte del personal de Carabineros ha recibido mensajes en sus teléfonos particulares, en que se les amedranta.
Por ahora, Rozas ha restringido sus apariciones en público, desde el lunes 18 de noviembre, cuando anunció que suspendería el uso de la escopeta antidisturbios. Hoy está abocado a recorrer las comisarías de todo Chile, para reconocer en terreno la labor de los funcionarios en la crisis.
Ayer, en Concepción, Rozas habló con el canal oficial de Carabineros, donde señaló que “me estoy desplegando por varias ciudades del país para visitar a nuestros carabineros y el primer mensaje que entrego es de apoyo y reconocimiento a su trabajo. No me queda más que reconocer el esfuerzo de todos nuestros funcionarios, quienes están trabajando hasta 16 horas diarias, lo que me llena de orgullo”.