El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió a los bombardeos que sufrieron al menos dos bases militares estadounidenses en Irak como respuesta a la muerte del general iraní Qasem Soleimani.
Desde la Casa Blanca, y acompañado por el vicepresidente Mike Pence, el Mandatario aseguró que ningún soldado estadounidense falleció durante la caída de cohetes e insistió en que no hay daños mayores a sus estructuras. Trump además insinúo que no habrá respuesta militar de parte de Washington.
Trump anunció nuevas sanciones económicas en contra Teherán, las cuales se mantendrán hasta que Irán “cambie su comportamiento” y ejemplificó con momentos de tensión entre ambos países como cuando detuvo a barcos que navegaban en aguas internacional cercanas al estrecho de Ormuz y la caída de drones estadounidenses.
Por otro lado, emplazó a Alemania, China, Francia, Reino Unido, Rusia -los países que forman parte del acuerdo nuclear con Irán- a discutir un nuevo pacto, ya que, a su parecer el firmado en Viena en 2015 “es bastante deficiente” y por ello éste debe ser replanteado por uno que garantice que el país del Medio Oriente no pueda desarrollar armas nucleares para lograr que el mundo sea un lugar más seguro.
El Mandatario además reiteró que el operativo que terminó con la vida del popular uniformado estaba justificado en que el uniformado estaba planeando un ataque contra EE.UU. y lo nombró como uno de los mayores terroristas del mundo.
Trump además anunció que se comunicará con los miembros de la OTAN para pedir que se involucren en más en los temas relacionados con Medio Oriente.
Finalmente envió un mensaje a los habitantes y líderes de Irán: “Estados Unidos quiere estar en paz con aquellos que la buscan”.