El Papa emérito Benedicto sufre una enfermedad al sistema nervioso que lo hace necesitar a veces una silla de ruedas, dijo su hermano Georg Ratzinger a un semanario alemán, quien añadió que la parálisis podría extenderse hasta su corazón.
Benedicto, que en el 2013 se convirtió en el primer Papa en seis siglos en renunciar, dijo previamente este mes que estaba en la última fase de su vida y en un peregrinaje hacia su hogar. El Papa emérito tiene 90 años.
Georg, que tiene 94 años, dijo al Neue Post que su hermano estaba mentalmente en forma pero que se cansa con facilidad.
“El mayor temor es que la parálisis pueda, en algún punto, extenderse hasta su corazón. Luego podría ser muy rápido”, dijo Ratzinger. Añadió que reza todos los días para tener una muerte “buena”, él y su hermano.
También relató que los hermanos hablan diariamente por teléfono. “Eso es un gran regalo. Ninguno de los dos está solo de esa manera”.
“Espero poder viajar una vez más a Roma para celebrar el cumpleaños 91 de mi hermano el 16 de abril. Pero es un viaje largo, quién sabe lo que pasará para entonces”, dijo Ratzinger en las declaraciones al semanario.
Desde su renuncia, Benedicto, un alemán de corte conservador cuyo papado de siete años estuvo marcado por varios escándalos financieros, ha vivido en un antiguo convento en los jardines del Vaticano. Muy pocas veces aparece en público.
Reuters