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Bachelet en Cumbre del Clima: Los jóvenes son una fuerza de esperanza

La alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, aseguró este lunes en la Cumbre del Clima que los jóvenes que reivindican luchar contra la crisis climática en todo el mundo “son una fuerza de esperanza” y están “ayudando a actuar” al resto de la población.

La ex Presidenta chilena se expresó de esta forma en un evento organizado por UNICEF en el marco de la Cumbre del Clima de Naciones Unidas que tiene lugar en la capital de España (COP25), en el que participaron varios jóvenes activistas que reclamaron acciones más contundentes para enfrentar esta situación.

Entiendo el enojo de las nuevas generaciones, durante muchísimo tiempo ha habido poquísima acción y su trabajo de incidencia nos está ayudando a actuar“, matizó la expresidenta chilena.

En ese sentido, Bachelet aseguró que necesitamos “tomar acciones reales frente a los efectos” de la crisis climática que son desproporcionados en el caso de los niños, cuando el 90 por ciento de la morbilidad atribuible al cambio climático recae sobre niños menores de 5 años, según datos de UNICEF.

“Seguiremos trabajando por una transición justa hacia una economía verde que dé opciones de futuro a los jóvenes”, subrayó la Alta Comisionada.

Los niños son los más afectados con el cambio climático

El 90 por ciento de la morbilidad achacable al cambio climático corresponde a niños y, en concreto, a menores de 5 años, según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) divulgados en la cumbre del clima en Madrid.

Los datos de Unicef ponen de relieve que más de 500 millones de niños viven en zonas con un riesgo extremadamente alto de sufrir inundaciones debido a los fenómenos meteorológicos extremos, como ciclones, huracanes o tormentas, o crecidas del nivel del mar.

La crisis climática, mantiene esta organización, amenaza con hacer retroceder los progresos en materia de derechos de la infancia, si no se invierte con la suficiente urgencia en soluciones que beneficien a los menores más vulnerables.

Los datos de Unicef ponen de relieve que aproximadamente 300 millones de niños respiran aire tóxico a diario y 17 millones de ellos tienen menos de un año, lo que supone un efecto perjudicial inmediato y también a largo plazo, ya que afecta a su salud en general, a su cerebro y a su desarrollo.

La toxicidad del aire a causa de las emisiones de gases de efecto invernadero provoca la muerte cada año de unos 600.000 niños menores de 5 años a causa de neumonía o el agravamiento de otras enfermedades respiratorias.