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VOLVIO A PASAR: Con irrupción de secundarios incluida se desarrolló tradicional piscinazo

Simplemente volvió a pasar. No sabemos si se está volviendo una (mala) costumbre manifestarse por la causa social de turno, por muy justificada que estas sean, hacemos la aclaración. Pero lo concreto es que la seguridad volvió a ser un talón de aquiles para la organización del tradicional piscinazo.

Y es que en medio de una piscina atestada de representantes de medios de comunicación nacionales e internacionales, un incidente empañó nuevamente el desarrollo de esta actividad. Si el año pasado fueron dirigentes del campamento Felipe Camiroaga de la Ciudad Jardin los que interrumpieron el normal desarrollo de la actividad entre consignas y objetos contundentes, este año fueron los estudiantes secundarios y no precisamente por la reforma educacional.

Resulta que la situación fue producto del rechazo al documente de la Comisión Nacional De Educación (CNDE) “en el que se excluyen las asignaturas de Filosofía, Ciencias y Orientación de los programas obligatorios de la educación formal chilena de tercero y cuarto año medio”.

Además, afirmaron que “estas asignaturas aportan conocimientos y experiencias que se consideran indispensables para un estudiante y futuro actor político y social de la sociedad, por lo que esta determinación niega el acceso a herramientas que aporten habilidades críticas”.

Finalmente plantearon que “las decisiones sobre el curriculum educativo, así como los proyectos educativos deben ser producto de una conversación de las comunidades educativas. Es así, como hoy la CNED no está escuchando a los actores sociales de la educación, ni al mismo MINEDUC, el que reconoce la importancia de estas asignaturas en la educación de los jóvenes”.

El problema es que a partir de la experiencia vivida, lo que podría haber sido una protesta pacífica perfectamente podría haber terminado en una tragedia (sin exagerar), ya que a ratos los manifestantes secundarios, con tal de captar la atención de los medios de comunicación, se fueron acercando cada vez más al borde de la piscina del Hotel O’Higgins mientras extendían un lienzo ad-hoc a sus demandas. Eso obviamente ponía en riesgo la seguridad nuestra como Cadena Chile, sino que además la de otros colegas apostados en el lugar e incluso la de los propios estudiantes.