Kendrick Lamar tomó por asalto la ceremonia de entrega de los premios Grammy el domingo, obteniendo cinco galardones y abriendo el show con una actuación con alto contenido político que puso al público de pie.
Lamar, de 30 años y reconocido como uno de los raperos más innovadores de su generación, dio inicio a la ceremonia en el Madison Square Garden de Nueva York con un grupo de bailarines vestidos con uniformes militares y una bandera de Estados Unidos como telón de fondo.
El músico interpretó un medley con varios de sus éxitos, entre ellos “XXX” -con U2- y “DNA”, para cerrar con “King’s Dead”, cuando los bailarines vestidos con capuchas rojas actuando como si les dispararan y cayendo al piso. Su actuación recibió aplausos y una ovación de pie.
Lamar ganó los premios a mejor álbum de rap, video musical, canción de rap, actuación de rap y actuación de rap cantado, derrotando a su colega Jay-Z y dejándolo con las manos vacias pese a haber llegado a la ceremonia como el más nominado con ocho.
“Se trata verdaderamente de expresarse a uno mismo y poner la pintura en la tela para la nueva generación”, dijo Lamar. “El Hip-hop ha hecho eso”, agregó, y agradeció a Jay-Z, de 48 años, y a otros artistas veteranos de hip-hop por mostrarle el camino, gritando “¡Jay para presidente!”.
Bruno Mars era otro de los ganadores de la noche, tras recibir tres premios por su álbum “24K”, entre ellos el de canción del año por “That’s what I like”, con la que competía contra el éxito latino “Despacito”, un tema de reguetón de Luis Fonsi junto a Daddy Yankee que el año pasado rompió récords.
En tanto, la colombiana Shakira se quedó con el premio a álbum de pop latino con “El Dorado”, relegando a su compatriota Juanes y a la mexicana Natalia Lafourcade entre otros.
Reuters