La Selección Chilena Femenina logró este domingo un histórico título, tras vencer 5-4 por penales al local Brasil, luego de un empate 0-0 en los 90 minutos, y adjudicarse el trofeo del Torneo Internacional Femenino de Sao Paulo, de carácter amistoso.
El trámite del partido estuvo marcado por la intensa lluvia que por momentos derivó en un diluvio. La cancha del Estadio Pacaembú de Sao Paulo se puso pesada e incluso lució algunas pozas que hacían difícil el juego. Los 15.047 espectadores soportaron estoicos el aguacero.
En ese contexto, fue clave mantener a raya al local y, de hecho, la portera Christiane Endler sólo tuvo dos intervenciones en la primera etapa, ante peligrosas ocasiones de Formiga y Bia Zaneratto.
La Roja Femenina cuando pudo hacer rotar el balón lo hizo con criterio, aunque sólo tuvo un remate de media distancia de Yessenia López que exigió a la portera Aline Reis.
En el complemento, Chile apostó por reducir los espacios al cuadro local y salir de contragolpe cuando fuera necesario. Endler tuvo una buena atajada ante un remate de media distancia de Shu (51′).
El técnico José Letelier, además, debió resolver imponderables del juego como la dolorosa lesión de rodilla de Yesenia López, que fue reemplazada por Fernanda Hidalgo (67′). El equipo se supo sobreponer a la adversidad.
Fue así que el partido terminó 0-0 en los 90′ y ya se obtenía algo histórico, dado que en los 12 duelos anteriores se impuso Brasil. De hecho, en la Copa América Femenina el ‘Scratch’ se coronó campeón tras golear 5-0 a Chile en la ronda final en La Serena.
Chile ganó una increíble definición de penales, casi única en cualquier categoría: 5-4 a Brasil como visita y luego de errar varios lanzamientos que hicieron temer por una derrota.
El octavo penal de Brasil fue ejecutado por Joyce y fue tapado por Endler, que se reivindicó de su error al errar su penal. Luego fue el turno de Javiera Toro, que anotó y desató el emocionado festejo chileno, por la victoria 5-4 final que silenció el Pacaembu de Sao Paulo.
Importante resultado para Chile no sólo por ganarle a Brasil como nunca antes se hizo a nivel femenino, sino por ser un aliciente con miras al próximo gran objetivo del equipo de José Letelier: la clasificación a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, a disputarse el próximo año ante un equipo africano.