Otra derrota del albirrojo, esta vez ante los ruleteros que dominaron gran parte del partido aunque en algun tramo del cotejo se les complicó, un postrero gol de Matías Campos le dió tres puntos valiosos para las pretensiones viñamarinas.
CURICÓ: Clima totalmente enrarecido en el “Mediomental” de La Granja, luego que Damián Muñoz estuvo a punto de ser destituido por la dirigencia por la magra campaña, la violenta presión de la hinchada debido al “Sentido de Pertenencia” que representa el entrenador curicano hizo echar pie atrás a la decisión. En medio del peor momento institucional del club en los últimos diez años, Curicó Unido recibía al ordenado Everton de Paqui Meneghini.
Desde un principio las cosas eran muy tensas en el irregular gramado curicano, Marginales llego deliberadamente cinco minutos tarde en repudio a la actitud mostrada por dirigentes y jugadores (crecen los rumores de “Cama”), y cuando se presentaron en el partido lanzaron en reiteradas ocasiones bombas de ruido, casi forzando la suspensión del cotejo. Mientras tanto en la cancha, nada nuevo, Everton mostraba superioridad gracias al férreo 4-3-3. Las bajas sensibles de Montes, Sáez y Cuevas no mermaron la moral del elenco ruletero. Mientras Damián apuntaba muchos cambios con respecto al tropiezo en el desierto, con la entrada de los canteranos Nico Barrios, Kennet Lara y Fipe Ortiz, en detrimiento, entre otros, Nadruz.
No fue sino al 27 cuando el equipo forastero se encontró con un penal a favor, estúpida falta de Leiva a Rodrigo Echeverría, éste cambia el penal por gol.
Los visitantes buscaban seguir aumentando las cifras, aprovechando los espacios defensivos, con los veloces Pastrán y Sosa como armas ofensivas. Cerda tapo un par de chances claras del conjunto local, mientras que de un córner Oyarzún estrella la bola en el palo. Los oro y cielo pudo irse al descanso con por lo menos dos goles más.
Ese merecido segundo gol llegó recién pasado el entretiempo, tras una jugada cargada a la diestra, con Echeverria y el Murci Campos, que conecta con potente disparo de Álvaro Madrid. 0-2 y todo parecía que los tres puntos ya estaban en el bolsillo.
Con más pundonor que fútbol, Curicó Unido buscaba despertar y refrendarse, y lo encontró de golpe apenas dos minutos tras el gol de Madrid, cuando el joven Nico Barrios tira a puerta, no responde bien Torgnascioli y en el contrarremate, el otro Barrios, Augusto, marca el descuento. El gol envalentonó al cuadro local que se volcó en ataque.
Con elementos como Flores o Coelho, el albirrojo aprovechó el bajón futbolistico de los ruleteros para buscar el empate, lo que a la larga terminó resultando, de un “Efecto Mariposa”, le cometen falta a Pastrán, el árbitro da la Ley de Ventaja, no la aprovecha Everton y Curicó arma la contra, que arma Zavala, dispara, otra vez el golero ruletero se le suelta y le deja en bandeja el gol a Jason Flores, es el empate de Curicó, premio al empuje, pero también la suerte que estuvo de su lado, porque si Fernando Vejar hubiese cobrado falta por ese entradón a Pastrán, no hubiese llegado el empate, ante la bronca de los jugadores evertonianos.
Meneghini reordena su linea ofensiva y la entrada de Sánchez despertaba a los ruleteros, pero Curicó seguía aleonado, pero la suerte que le favoreció en el segundo gol no duró nada, y es que de un córner, Augusto Barrios conecta con la mano y convertía, Vejar lo anula y lo raja por doble amarilla. La secuencia destruye anímicamente a los torteros, y tras cartón Everton aprovecha la oferta y apunta la estocada final, centro bombeado del topo Berrios y Campos Lopez, que habia estado invisible en todo el partido, como todo buen nueve, conecta bien de cabeza y consigue el triunfo, innecesariamente sufrido, pero merecido.
Ya van cinco derrotas al hilo de los torteros y aunque los hinchas aplaudieron el empuje de los canteranos y algunos otros como Flores, ahora es la dirigencia quien se lleva los palos. Mientras Damián sigue remando a contra corriente, y el fantasma de la B acechando. Por su parte los viñamarinos se colocan en puestos de pre-sudamericana.