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Al borde del descenso: la lucha que debe dar la U para terminar con la pesadilla

En Universidad de Chile vuelven a repetir la palabra descenso. El fantasma de la B, que viene apareciendo hace tres temporadas, luego que se suspendiera el torneo por el estallido social, en 2019, acecha al equipo que hoy conduce Cristián Romero.

La derrota frente a Universidad Católica, en San Carlos de Apoquindo, golpea un equipo que va en caída libre: siete derrotas al hilo y hace 10 encuentros que no gana. De los últimos 30 puntos, la U sólo sumó uno y fue en el empate contra Antofagasta, en Rancagua, que se jugó el 3 de octubre. Es el peor equipo de la segunda rueda.

La seguidilla de malos resultados ha vuelto a posicionar a la U en la parte baja de la tabla. De aquel equipo que incluso se ilusionó con pelear el torneo nacional ya no queda nada. Sus pésimos resultados lo tienen al borde del abismo. Y sus rivales directos en la parte baja comenzaron a sumar. La victoria ayer de Huachipato (penúltimo en la tabla) frente a La Calera, en condición de visitante, resucitó al equipo de Mario Salas, que hoy está solo a tres unidades de los estudiantiles, que están zafando por poco de la zona de promoción y del descenso directo.

Según las bases del torneo, dos equipos bajan de manera directa. Santiago Wanderers, con 19 puntos, está prácticamente liquidado. Falta su acompañante y un tercer equipo que jugará el partido de la promoción.

Bajo ese contexto, con 31 puntos aparece Huachipato, que por diferencias de goles (-7) sería hoy el segundo equipo que iría a la B. Con la misma cantidad de unidades, pero con un partido menos, pues hoy se mide frente a Santiago Wanderers, en Valparaíso, aparece Curicó Unido, con una diferencia de (-5). Arriba aparece la U, con la misma cantidad de encuentros disputados que los acereros, pero tres puntos más. También con 34 unidades, pero poniéndose al día hoy con sus duelos, figuran Palestino y La Serena. El despertar de Huachipato puso en alerta a otros equipos como Melipilla (35 puntos), O’Higgins (36) y Cobresal (36), que se llegaron a sentir liberados.

Frente a tal escenario, para la U resulta clave sumar en los próximos tres duelos que se avecinan. El riesgo del partido de promoción ya no es lo único que hoy da vuelta en La Cisterna, pues el descenso directo se transformó en una realidad. Un tropiezo puede ser fatal.

El próximo lunes, los laicos se medirán frente a O’Higgins, un rival que hoy aparece como directo. Doce días después enfrentarán a Cobresal, que está a solo puntos en la tabla. Y cerrarán frente a La Calera, en un duelo que se jugará el próximo 4 de diciembre, y que tiene a los cementeros peleando un cupo para entrar en la Copa Libertadores.